Despedida a servidores policiales, tras veinte años de servicio a la sociedad Lojana.
En los patios de la subzona de Policía
Loja, esta mañana se vivieron momentos emitidos donde la alegría y la tristeza
se entrelazaban; debido a que era el sentimiento vivido por cinco servidores
policiales, quienes luego de veinte años de servicio a la sociedad, se
acogieron al retiro voluntario, cumpliendo así con su misión trazada dentro de
la carrera policial.
Para los sargentos primero de
Policía: Morocho Romero Luis Alonso, Wilmer Patricio Calderón, Díaz Obaco Edgar
Vicente, Celi Paladines Jorge Afranio y Delgado Sigcho Ángel Porfirio; luego de
haber entregado sus mejores años a la institución guardiana del orden y
seguridad, junto a sus familias han tomado la decisión de no vestir mas el
glorioso verde aceituna, como ellos lo denominan; para poder disfrutar de su nueva
vida en busca de nuevas metas y proyectos trazados.
En representación de los cesados,
el señor Sgop. Luis Morocho expreso: “Con Convicción y perseverancia hemos
procurado seguir sueños, guiados por valores y principios, inculcados en
nuestros hogares, y compartido a diario en nuestro servicio. Pues dejamos
nuestra querida institución, como debe de hacerlo todo policía de bien, por la
puerta grande y con la satisfacción del deber cumplido, hoy iniciamos una nueva
etapa en nuestras vidas, la cual esperamos seguir creciendo junto a nuestras
familias, quienes durante toda la trayectoria institucional fueron el soporte
primordial de nuestra carrera policial”.
Dentro del desarrollo del programa, se entregó reconocimientos a cada uno de los servidores policiales, donde se hacía énfasis en la entrega a la profesión y la buena trayectoria tenia, a su vez en representación de sus compañeros el Coronel Patricio Noguera, Jefe la subzona Loja, hizo énfasis en lo que respecta la vida profesional del policía, a su vez, agradeció por la entrega y el trabajo desplegado, procediendo a la entrega a sus familiares, deseándoles los mejores de los éxitos.
Finalmente, como acto de respeto y agradecimiento, los gendarmes fueron despedidos por sus compañeros, por una calle de honor, que los acompañaba hasta la salida de la instalación policial, donde en compañía de su familia, salía por la puerta grande, como referencia del paso a la vida civil.
